¿LO SABÍA?
“Habrá una sola NACIÓN, dejando de lado las guerras, la política y los nacionalismos. A todo el mundo le encantaría que el planeta entero fuese una sola nación. Pueden conseguirlo fácilmente. En mi opinión (…), los equipos deberían ir separados y no debería haber más de dos compañeros de equipo juntos, para que todos fueran uniformemente desperdigados (…). Estoy seguro de que todo el mundo, y ustedes también, estarán de acuerdo conmigo en que sería un momento inolvidable para todos".
Esta fue la propuesta de John Ian Wing, un joven chino que en 1956 residía en Australia y era aprendiz de carpintero. En una carta dirigida al Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 unos días antes de la ceremonia de clausura, planteó la idea de que los atletas desfilasen juntos y alegremente unidos en vez de hacerlo divididos por países. (Haga clic sobre la imagen para ver la carta)
Esta idea tan excelente se adoptó al instante y todos los atletas entraron juntos en el estadio en Melbourne, unidos por el vínculo fraternal del deporte olímpico. Ese fue el inicio de lo que actualmente es una gran tradición olímpica y un símbolo de unidad global.