Ahora que su presidencia de 12 años llega a su fin, ¿de qué logros se siente especialmente orgulloso y cuál es su mejor recuerdo como presidente del COI?
Mi mejor recuerdo es el momento posterior a la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos Paris 2024: fueron los primeros Juegos Olímpicos planificados y celebrados íntegramente de acuerdo con las reformas establecidas en la Agenda Olímpica 2020 y la Agenda Olímpica 2020+5. Así es como los habíamos imaginado. Fueron unos Juegos más sostenibles, más urbanos, más jóvenes y más alegres. Para mí, fue como si se bajase el telón: la Agenda Olímpica había cobrado vida por completo y era la última edición de los Juegos Olímpicos bajo mi presidencia. Se trató de un momento muy emotivo, una mezcla de alegría pura y alivio.
Las reformas de la Agenda Olímpica no fueron solo cambios institucionales; fueron la hoja de ruta estratégica que nos ayudó a transformar los Juegos Olímpicos y el Movimiento Olímpico volviéndolos más creíbles, más inclusivos, más sostenibles y más relevantes en un mundo en rápida evolución. Con ellas, reforzamos el papel del deporte en la sociedad y mantuvimos los valores olímpicos en el centro de todo lo que hacemos.
Fui presidente en un momento en el que el Movimiento Olímpico y el mundo se enfrentaban a muchos retos, desde el dopaje hasta la pandemia de COVID-19, pasando por conflictos y guerras, por nombrar solo algunos. Velamos por que toda una generación de deportistas no viera destruido su sueño olímpico por la pandemia. Los Juegos Olímpicos Tokyo 2020 tuvieron que aplazarse, pero conseguimos que se celebraran, a pesar de la oposición de muchos. Fueron seguros para todos. Los Juegos se convirtieron en un símbolo de esperanza para el mundo entero. En los Juegos Olímpicos Paris 2024, deportistas de los 206 comités olímpicos nacionales y del Equipo Olímpico de Refugiados del COI lucharon sin piedad en el terreno de juego al tiempo que convivían
pacíficamente en la Villa Olímpica. A pesar de que muchos de sus países estaban en guerra, se respetaron mutuamente. Los deportistas nos mostraron cómo podría ser nuestro mundo si todos viviéramos con el espíritu olímpico de la coexistencia pacífica. Crearon una cultura de paz, asumieron su papel de embajadores de la paz. En París, se reunieron para lanzar un emotivo llamamiento pacifista que incluía a deportistas de los CON de Ucrania, Rusia, Israel, Palestina, Yemen y muchos otros países que actualmente están divididos por la guerra y los conflictos. Nos recordaron a todos que la paz no es solo un sueño idealista, sino que puede ser una realidad. Basta con unirse de manera respetuosa y solidaria. Los Juegos Olímpicos Paris 2024 cautivaron el corazón y la mente de todo el planeta:
alrededor de 5000 millones de personas los siguieron. Es más, el 78 % de los telespectadores cree que los Juegos Olímpicos son más importantes que nunca en un mundo dividido, y el 75 % piensa que el COI logra «unir al mundo en una competición pacífica» y «construir un mundo mejor a través del deporte».
Más allá de los Juegos Olímpicos, la repercusión y la relevancia del COI se hicieron patentes en la reciente Cumbre Olympism365, que presentó cómo creamos un mundo mejor a través del deporte durante todos los días del año. La Cumbre reunió a más de 300 participantes de todo el mundo y destacó el compromiso del COI con la promoción de la paz, la salud, la igualdad y la inclusión a través de iniciativas impulsadas por el deporte a nivel mundial.
Por encima de todo, estoy agradecido de que hayamos sido capaces de preservar la unidad del Movimiento Olímpico. En un mundo más y más dividido, el deporte tiene un papel cada vez más importante que desempeñar para unir a las personas y tender puentes. Dicha cohesión es un testimonio de los valores olímpicos perennes; nos recuerda todo lo que podemos lograr cuando nos mantenemos unidos.
¿Cuál es el consejo más importante que le da a su sucesora, Kirsty Coventry, en estos tiempos difíciles?
Coventry fue nombrada presidenta porque tiene las cualidades profesionales y humanas necesarias para liderar el COI y el Movimiento Olímpico. Es una persona que se guía por sus valores, algo sumamente importante. La credibilidad de las decisiones de la presidencia, y por extensión las del COI, se construye a través de un respeto escrupuloso de los valores olímpicos, que ella encarna. Estamos llegando al final de un periodo de transición muy fluido y fructífero, durante el cual ya hemos tomado juntos todas las decisiones necesarias. Por ello, tengo plena confianza en que el futuro de nuestro Movimiento Olímpico es sumamente positivo y está en buenas manos. La presidenta electa del COI, Kirsty Coventry, representa a una nueva generación
de líderes, encarna nuestros valores olímpicos compartidos y refleja el carácter eminentemente mundial y visionario de nuestra comunidad olímpica.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los académicos que participan en la educación y los estudios olímpicos en todo el mundo?
Los valores son el núcleo del Movimiento Olímpico. La idea de que el deporte es universal y cumple un fin supremo para todos los seres humanos era la esencia del ideario de Pierre de Coubertin. Cuando fundó el Comité Olímpico Internacional hace 131 años, lo vio como una forma de promover el entendimiento entre todas las naciones y pueblos del mundo. Quería hacer del mundo un lugar mejor a través del deporte y sus valores. Esta filosofía profundamente humanista sigue siendo la misión principal del COI y de todo el Movimiento Olímpico hasta el día de hoy. En el mundo actual, complejísimo, el papel del deporte en la sociedad está evolucionando rápidamente. Por eso, el trabajo de los académicos y los educadores olímpicos es más importante
que nunca. Ustedes proporcionan el contexto histórico y la perspectiva analítica que permiten al Movimiento Olímpico crecer sin perder de vista su misión. La investigación y la docencia contribuyen de manera fundamental a promover los valores olímpicos y a entender mejor el papel que puede desempeñar el deporte en la creación de un mundo más inclusivo, sostenible y pacífico. Por ello, mi más sincero agradecimiento y gratitud a todos los académicos e instituciones de la comunidad de estudios olímpicos de todo el mundo. Gracias por sus importantes contribuciones, que permiten transportar las ideas visionarias de Pierre de Coubertin hacia el futuro, y por su compromiso de inspirar a las generaciones jóvenes con nuestros valores olímpicos atemporales.